Capillas de la nave la Epístola

Capillas de la nave la Epístola

Capilla de Santa Elena

Desde 1994, esta capilla alberga el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, y se reserva especialmente como lugar para las oraciones.
Fundada entre 1637 y 1646 por Francisco de Liñán, cuenta con una austera portada protobarroca de yeso con un arco central, sobre frontón partido, que acoge una imagen de San Francisco de Asís.

Destaca también su retablo, con pinturas de Francesco Lupicini que muestran escenas destacadas de la vida de Jesús.

Capilla de los Santos Miguel, Gabriel y Rafael

Fundada bajo esta advocación por don Gabriel Zaporta en 1569, mecenas y mercader que adaptó la capilla como panteón familiar. Aportó elementos artísticos de gran valor, como su portada elevada sobre pedestales de mármol negro y alabastro y tallada en yeso policromado.

Además, destaca la magnífica reja plateresca obra de Guillem Trujarón, la de mayor relevancia artística de la catedral.
De gran interés artístico son también las pinturas al fresco de los muros, obra del maestro sienés Pietro Morone. En ellas se muestran la presentación de Jesús en el Templo y la adoración de los Reyes Magos.

Capilla de Santo Dominguito de Val

Según la tradición Dominguito de Val fue un niño zaragozano nacido en 1243. Formando parte del coro de la catedral, con 7 años fue martirizado a manos de judíos. Desde entonces, fue adoptado como patrón de los “infanticos”, que los primeros domingos de cada mes tenían misa cantada y sermón del consiliario de la hermandad. La obra principal de la capilla es su majestuoso retablo de madera dorada de finales del siglo XVII, y es uno de los mejores ejemplos de estilo churrigueresco de Aragón.

Destaca también la decoración pictórica de los muros, que narran un milagro sucedido en la Seo en 1427, cuando se intentó profanar la Sagrada Forma que una mujer guardó mientras comulgaba, convirtiéndose en un hermoso niño.

Capilla de San Agustín

La Capilla de San Agustín fue previamente la de Santa Isabel de Hungría, y para su adaptación entre 1720 y 1722, se adaptó el retablo de la Capilla de Santiago, realizado por Gil Morlanes el Joven y Gabriel Yoly en los años 1520 y 1521, obra de gran relevancia artística. Sobre un banco se elevan cinco hornacinas con escenas de la vida de la Virgen.

En el cuerpo principal aparece San Agustín, obra de José Sanz Alfaro, de 1722. En el ático destaca la escena del Abrazo en la Puerta Dorada, entre San Pedro y San Pablo, coronada por un tímpano de medio punto con el Padre Eterno.
Su portada de yeso, también digna de mención, es una de las últimas monumentales que se realizaron en la catedral.

Capilla de San Pedro Arbués

San Pedro de Arbués fue un antiguo canónigo de la catedral, asesinado delante del coro del templo en el año 1485. Tras su asesinato fue aclamado como mártir, pero su culto no fue oficial hasta 1662, cuando el papa Alejandro VII lo beatificó. Más tarde, en 1867, fue canonizado por Pío IX.

Tras su beatificación, se le otorgó este recinto en la catedral y se trasladó a él su sepulcro, que en un principio se encontraba frente al coro, donde aún se conserva una inscripción.
La capilla es una de las más artísticas de todo el templo.