Tras haber participado en la exposición temporal “El espejo perdido. Judíos y conversos en la España medieval”, que tuvo lugar en dos sedes (Museo Nacional del Prado, octubre de 2023 a enero de 2024; Museo Nacional de Arte de Cataluña, febrero a mayo de 2024), la escultura funeraria de San Pedro Arbues ha regresado a su ubicación habitual en la antesala del Museo de Tapices flamencos de La Seo de Zaragoza.
Se trata de una escultura yacente de bulto redondo y tamaño natural, realizada entre 1489-1490 por el afamado escultor Gil Morlanes el Viejo, en dos grandes bloques de alabastro.
Esta escultura es uno de los pocos restos que quedan del sepulcro original del santo mandado realizar por los Reyes Católicos, puesto que fue funcionario de la Corona, y que al ser desmontado de su lugar original delante de la reja del coro se reaprovechó en gran medida para formar la mesa de altar de su actual capilla en la catedral zaragozana.
Fue restaurada en el año 2015.